La historia del ChamacoTour Tecolutla
del
9 al 11 de Enero del 2004
(Versión Jul/04, corregida y aumentada)
di José Alberto García Espinosa
Enero:
un nuevo año inicia y en el Tec de Pachuca aún seguimos de vacaciones mientras
muchos otros ya están de nuevo encerrados en la escuela... ese uno de los pequeños
beneficios de que la escuela vaya con el calendario de la SEP. Ya desde
noviembre veníamos planeando ir de viaje a algún lado, específicamente el día
20 aprovechando que había puente... ya como 12 pelados habíamos dicho que sí,
lo malo es que a la mera hora a todos nos salió trabajo extra y todo se
suspendió hasta nuevo aviso. Acabó el semestre (que por cierto fue un
infierno... no quiero volver a vivir un semestre como 5°) y llegaron las
vacaciones pero todos anduvimos desconectados por 2 semanas en lo que pasaba la
Navidad. Finalmente pudimos organizar el viaje, salíamos el viernes (9 de enero)
a las 7, iríamos el Chamaco, el Miguela y yo, pero Miguel nos salió con que
tenía que llevar a su mamá al doctor y la salida se pospuso para las 12, el
Chamaco me habló a las 5 de la mañana para avisarme... ¡y qué bueno que me
avisó! Yo todavía tenía mucho sueño.
Llegué
a Pachuca poco después de las 12 y el Chamaco pasó por mí a la central,
fuimos a Soriana a comprar unas cuántas provisiones más, fuimos a buscar a
Miguel pero no estaba, nos dijo su mamá que él la iba a llevar al doctor hasta
en la tarde, entonces dimos a Miguel por perdido nos pusimos a buscar
“posibles candidatos” viendo la lista de individuos del celular del Chamaco
a ver quién se animaba. Le hablamos a Heber, pero no podía porque estaba en el
trabajo, fuimos a buscar a un amigo del Chamaco pero tampoco estaba, así que se
nos ocurrió ir por el NachoMan, lo acompañamos a su escuela (en su Peyote
nuevo [entiéndase Peugeot]) a arreglar un problema con su horario de clases,
pero como el tipo con el que se arregla eso no estaba, no pudo ir con nosotros.
Finalmente
dijimos "¡Al demonio con todos!, nos vamos nosotros 2, esto no se cancela".
Salimos a las 3:30 y llenamos el tanque de gasolina de la supernave (un Atos
blanco al que en Pachuca todos los que están en los puentes le hacen la parada
porque los taxis acá son así), tantito más adelante compramos unos pastes
porque ya teníamos algo de hambre. Pasando Tulancingo había bastante niebla.
Todo el camino nos fuimos escuchando las infaltables rolas de Glay y del disco
que le regalé al Chamaco, también nos fuimos lamentando el hecho de que sólo
íbamos nosotros 2 y que hubiera sido mejor llevar a alguien más, pero ya
encontraríamos algo qué hacer... al Chamaco se le metió en la cabeza la idea
de ir primero a Puebla por las amigas de uno de sus primos para no ir tan solos,
pero ya era muy tarde y además teníamos poco presupuesto. A las 7:30 nos
detuvimos en Poza Rica (que desde ahora sólo denotaré como PR) a comprar algo
de tragar porque los ya estaban más que digeridos. Traíamos sopas, pero queríamos
algo para comer así de fregadazo, aunque en teoría la parada en Poza Rica era
sólo para avisar en nuestras casas que ya casi llegábamos y que estábamos
bien.
Llegamos
a Tecolutla como a eso las 9:30, estaba lloviznando un poco. Fuimos a ver
el río, bastante tétrico a esa hora por cierto, y buscamos hotel para pasar la
noche... $220, $250, $120... (en unos mejor ni preguntábamos porque de tan sólo
ver la fachada se notaba que cobraban caro) hasta que encontramos uno de $100,
lo dejamos como opción y nos fuimos a caminar por la playa... nos fuimos
guiando por el sonido del mar, nos estuvimos metiendo por quién sabe dónde
hasta que llegamos, como era de noche la marea ya estaba bastante alta, en una
parte ya mero nos apañaba el agua. Regresar al centro fue una odisea, no sabíamos
ni por dónde regresar pero después de un rato logramos encontrar el camino
gracias a una “fogata” (un montón de basura y pasto que alguien juntó y le
prendió fuego) que habíamos visto de ida. Pasamos a una tiendita, compramos un
Sprite, llevamos el coche hasta el hotel, bajamos las cosas y pagamos, nos bañamos
y nos echamos 3 tequilillas cada uno (con Sprite en vez del típico refresco de
toronja... neta, sabe = de gacho :P), como no había nada dónde echar la ceniza,
el Chamaco improvisó su cenicero: una conchita de mar que quién sabe cómo había
llegado al cuarto. Todavía había gente de la administración del hotel
despierta y teníamos algo de escándalo... y además estábamos en paños
menores, así que si entraban al cuarto por alguna cosa pensarían que éramos
alcohólicos, fumadores y, lo peor... ¡¡putos!! (Que me digan alcohólico y
fumador aunque yo no beba ni fume no me resulta tan ofensivo como que me digan
maricón :P). Nos dormimos pasadas las 2 de la mañana, para agarrar sueño nos
pusimos a viborear a los cuates “¿Qué piensas de fulano?” “Ah... ese wey
es un fregón” y cosas así.
A
las 8 nos despertamos y nos bañamos pero el tiempo estaba nublado, así que el
plan cambió: iríamos al Tajín y esperaríamos al domingo para ir a nadar;
antes de irnos dejamos pagada la siguiente noche de hotel. Y ya ahí íbamos a
la aventura... extrañamente mientras más avanzábamos más faltaba: “Tajín
a 5 KM”, y 3 Km más adelante había otro de “Tajín a 10 Km” (¡¡y
conste que no íbamos en dirección contraria!!) Finalmente llegamos a Tajín,
compramos un boleto porque el Chamaco volvió a perder la credencial de la
escuela y yo entré gratis (por eso quiero seguir siendo estudiante...). Aún no
entrábamos cuando la suerte ya nos estaba sonriendo. Volteamos a la izquierda y
vimos a 3 niñas, a leguas se notaba que eran extranjeras, el Chamaco me volteó
a ver y me dijo “Chamaco....” “No, pues sí hay y bien, Chamaco”. Luego
una de ellas le habló al Chamaco "Hola", pero él venía en la baba
y ni atención puso, entonces ella le dijo "Where are you from?"
"I'm from Mexico... Pachuca" y ya ella le empezó a hablar en
español. Nos dijo que querían contratar un guía, cobraba $150 pero era para 5
personas... ellas eran 3, nosotros 2... yo me le quedé viendo al Chamaco con
cara de “¡¡No la vayas a regar!! ¡¡Dile que sí... aunque yo pague dile
que sí!!” Además no debemos olvidar la directiva fundamental de que a las
mujeres nunca se les dice que no.
En
lo que llegaba el guía (había pocos ese día) platicamos un rato, no me
acuerdo bien cómo está la cosa, pero estaban en un programa de quién sabe qué
cosa que las habían mandado a vivir 6 meses para acá y hacían una especie de
servicio social en Puebla, nos contaron de qué partes de Alemania venían y demás;
también nos dijeron que sólo una de ellas sabía algo de español cuando
llegaron a México, pero como lo hablaba con acento español todos se reían de
ella, las otras 2 no sabían absolutamente nada cuando llegaron, pero ya para
ese día dominaban el idioma bastante bien... ¡¡creo que ya nada más les
faltaba saber alburear!! En fin, nos echamos el tour, aunque normalmente el
recorrido dura 1:15 - 1:30 con nosotros el guía se tardó 2 horas porque andábamos
muy preguntones... y una de ellas estaba muy preocupada por las víboras. El algo
frías con nosotros, como que ya se querían deshacer de nosotros. Se nos
despegaban bastante y nosotros las seguíamos pero de lejitos para no
hostigarlas. Luego por ahí salieron 2 tipos, uno como de 25 y otro ya cuarentón,
el de 25 nos empezó a sacar plática nada más para perrear a las chavas, pero
hasta se vio mal el wey, las chavas ni lo pelaron. Ya después se alejaron los 2
tipos estos, pero las chavas ya se nos habían despegado un buen, “No me voy
de aquí sin que nos saquemos una foto con ellas y el mail” le dije al Chamaco.
Luego se subieron a una plataforma, las esperamos abajo para decirles lo de la
foto, pero como no bajaban subimos y unos chavos que estaban ahí nos sacaron la
foto con la Pirámide de los Nichos al fondo... aunque por lo que nos dijo el guía,
deberíamos llamarla “El Basamento Escalonado de los Agujeros Decorativos”.
Ya después les sacamos a ellas unas fotos en la pirámide por enfrente con su cámara
y ellas nos sacaron una a nosotros con la nuestra. Nos dijeron que iban para
Papantla, y nosotros para regresar a Teco pasábamos por ahí... y como hay que
ayudar al prójimo, pues... Como que al principio no querían, pero las
convencimos. Querían comer afuera de Tajín, pero yo les dije que mejor en
Papantla, porque ahí afuera luego le subían el precio a las cosas (hay que
saber tirar choros, ¿no?). Llegamos a Papantla y bajaron sus cosas, querían
quedarse ahí a pasar la noche en algún hotel. Lo primero que hicimos fue ir a
ver a los Voladores... ¡joder! Eso está más canijo que el bungee... 38 metros
directo al precipicio. Como las chavas tenían dudas acerca del “ritual” (y
yo no sé... bueno, no sabía por qué se hacía) fuimos a preguntarle a uno...
además de “es por los 4 puntos cardinales” y “vendo flautas” no nos
supo decir nada más. En vez de comer en algún restaurante terminamos en un café,
en la plática nos dijeron que habían pasado la noche en PR y que les cobraban
barato: $90; nosotros les dijimos que estábamos en Tecolutla y nos cobraban
$50, “¿Y qué hay ahí?”, “Pues hay río, hay playa, blablablá”. Ya
casi acabándonos el café y resignados a tener que dejarlas en Papantla
discutieron tantito entre ellas (en alemán..) y nos dijeron “Queremos
decirles algo, pero no sabemos cómo lo vayan a tomar” “Ah... dígannos”
"Bueno... es que queríamos saber si podemos ir con ustedes a tecolutla"...
¡Pusimos una jeta así! à
o_O
Por
la cara dijeron "Bueno, sólo si quieren...". Pensaron que era cara de
que no nos había gustado la idea... ¡¡¡pero al contrario!!!
Era cara de sorpresa y alegría, nunca pensamos que nos dirían algo así...
¡me sentía soñado! Ah, por cierto, ellas invitaron los cafés y sacaron otro
par de fotos en el café... pero ponerle el temporizador a la cámara fue otra
pequeña odisea... lo malo fue que ni el Chamaco ni yo bajamos nuestra cámara
¬¬
Metimos
todas las chivas a la supernave y nos fuimos, en el camino nos pusimos a hablar
sepa qué tanta cosa de música y les dije de 2 bandas alemanas que me gustan (Die
Ärzte y Die Toten Hosen), una de esas también les gusta a ellas, aunque la
canción, según Kristina, diga “una completa estupidez”... se llama
“Manchmal haben frauen” que, hasta ese día me enteré, significa “A las
mujeres les gusta ser golpeadas” o algo más o menos así y también nos enseñaron
lo que realmente dice el famoso “Du hast” de Rammstein porque todos los
weyes se la pasan especulando sobre lo que dice la rola, pero según lo que me
dijo Kristina dice “Tienes, me odias, me quieres preguntar”. Antes de llegar
a Tecolutla bajamos a dar la vuelta en Gutiérrez Zamora, aún tenían hambre,
pero no encontramos nada bueno porque Kristina y Judith son vegetarianas. Ya
mejor nos largamos a Teco, llegamos al hotel y pidieron cuarto “Queremos un
cuarto para 3” le dijeron ellas a la señora “Ah, sí, tengo uno pero como
lo acaban de desocupar lo están limpiando, ¿se esperan tantito?”, dijeron
que sí y pagaron sus $150; luego la señora nos miró a nosotros 2 y nos dijo
“¿Y ustedes?” “Ah, no, nosotros ya, estamos en el cuarto de acá afuera...”
sepa Dios qué habrá pensado la señora del hotel... “Estos peleles se van en
la mañana y regresan con 3 mujeres... y encima ¡extranjeras!”. En fin... las
chavas dejaron sus cosas en nuestro cuarto, salimos a dar una vuelta y nos
echamos una quesadilla... ¡hasta a la salsa le entraban! (El Chamaco y yo sólo
traíamos en la panza el café de en la tarde y ya eran casi las 8... y cosa
rara, acá seguro si tu chava es medio fresona y la invitas a comer unas
quesadillas en la calle seguro te manda al demonio). Nos dieron una
clase rápida de alemán en lo que nos preparaban las quecas... algo muy
básico: hola, buenas tardes, blablablá... es extraño escuchar
“quesadilla” entre tantas palabras en alemán. Después de comer nos fuimos
a ver el mar un rato. Regresamos al hotel, nos bañamos, y como a las 10 nos
fuimos al único antrillo que estaba aún en operación (Arrecife, creo que
cuando hay excursiones escolares a Tajín todos se pasan a Teco y en la noche se
lanzan a la misma disco), porque al parecer el otro ya tronó. El Chamaco ya
estaba en $0, así que tuve que pagar su cover (sólo el de él y el mío, las
chavas se pagaron lo suyo) y una cerveza (¿$20 por una chela? ¡Qué robo!),
Judith y Lilith se tomaron una bebida que aunque
probé no supe qué era, además a mí todos los chupes me saben igual de
rancios, entre el humo y las luces estroboscópicas alcancé a ver que era
anaranjada... o al menos eso creo. Estuvimos bailando un buen rato (aunque yo
soy de esos que nacieron con 2 pies izquierdos y nada más no se me da eso de
sacarle brillo al piso), y cuando pusieron la de “Me vale” de Maná el
Chamaco y yo nos pusimos a “cantar” como desquiciados... ellas se nos
quedaron viendo con cara de “¿Qué onda con estos enfermos? Casi ni han
tomado y ya se andan poniendo locos”. Un tipo ahí dizque bailando luego le
acercaba su camaroncillo como de sopa Maruchan a Judith, pero el Chamaco y yo nos le quedábamos
viendo feo y se hacía para atrás... ¡¡qué chido se siente ser el wey con
la(s) chava(s) más guapa(s) de la disco!! :D
Regresamos
a las 2 de la mañana y cada quién a su cuarto. El Chamaco quería invitarlas a
tomar del tequila que llevábamos (estaba casi lleno), pero el problema era que
todos los cuartos tenían la puerta por adentro del hotel, menos el
nuestro y como que despertar al “casero” otra vez, pues... como que
no es de gente educada, así que les aventamos piedritas en la ventana, la
primera ni sonó porque el Chamaco la lanzó del lado del mosquitero, la segunda
las asustó y sólo escuchamos que gritaron, yo hice 2 intentos fallidos, una
rebotó en la ventana y pegó en el cofre de la supernave, otras 2 pegaron en la
ventana y fue cuando se asomaron... pero para el lado donde no estábamos y por
eso no nos vieron; ya mejor decidimos dejarlo por la paz. Nos fuimos a dormir y
en lo que agarrábamos sueño nos pusimos a pensar en la envidia que les iba a
dar a todos los de la escuela cuando vieran las fotos, especialmente al Miguela,
Heber y el NachoMan. Ellas nos habían contado que habían llegado a PR a las 3
y a las 8 ya estaban despiertas. Supusimos que esta vez sería =, así que a las
9 ya estábamos más que puestos. Subimos a tocarles... y nada... ¡joder! Tal
vez sí nos habían visto en la madrugada tirándoles piedras, habían creído
que estábamos de fisgones y por eso se
habían ido... eso sí sería una tragedia.
Ya
hasta como el 4° intento contestó una, que además de que no supe ni quién
sería (creo que era Kristina) ni me acuerdo qué le dijo al Chamaco, pero les
avisamos que íbamos a salir (a comprar un gel para la mata). A eso de las 9:30
finalmente bajó Kristina a decirnos que antes de las 10 ya estarían listas...
supuse que sería a las 11 porque si una mujer no se arregla en menos de media
hora mucho menos lo van a hacer 3 en el mismo tiempo y con un solo baño. El
Chamaco se tiró a dormir y yo estuve impaciente,. Escuché sus voces, desperté
al Chamaco y salimos. Metimos todo a la nave y entregamos las llaves del cuarto.
Fuimos a desayunar, pero antes de ir al restaurante pasamos a la terminal del
ADO y les dijeron que en PR salían a Puebla a las 2:30, y es que el que salía
de Teco a Puebla lo hacía hasta las 10 de la noche. El Chamaco y yo sólo nos
echamos un café (la feria cada vez escaseaba más), en la plática salió lo de
las piedritas y les explicamos... nos dijeron que en la 2ª gritaron porque
pensaron que la que estaba adentro del baño se había caído y se había metido
un buen golpe en la cabeza... el caso es que al terminar de explicarles (según
versión del Chamaco porque yo no escuché) nos dijeron “Ay, ¡pues hubieran
subido!” (con el tequila). Ya después nos fuimos a la playa a sacar unas
cuantas fotillos... ya aunque sea para que valiera la pena haber ido al mar,
además para que los de la escuela nos creyeran que sí habían ido con nosotros
hasta Teco.
Ya
a la 1 estábamos en la nave, sólo esperábamos que Kristina se decidiera por
una playera, “Así ya no se me va a olvidar el nombre del lugar” decía
ella. Antes de llegar a PR yo ya había anotado en una servilleta que me había
“robado” del restaurante los correos, los fonos y las palabras que habían
aprendido con nosotros (regañar, rebasar, llanta, ajonjolí y faro), pero
estaba esperando el momento para dárselas, hasta que Kristina dijo "¿Tienen
correo?" fue cuando les di la servilleta y les pasé otra para que me
apuntaran los suyos. Llegamos a PR 15 minutos antes de que saliera el autobús,
nos despedimos y nosotros nos seguimos para Pachus, no sin antes echarle otros
60 fierros (míos) de gasolina a la nave. Todo el camino, después de dejarlas
en PR, no dejamos de hablar y/o pensar en ellas y seguíamos regocijándonos con
sólo imaginarnos la jeta que iban a poner todos.
Antes
de llegar a Huauchinango (Tierra del hombre Loba, al que no invitamos porque
tiene señora) nos paramos en un pueblito (que ni me acuerdo cómo se llama, sólo
de que era el “Nuevo”) porque las tripas ya chillaban y además de la comida
que llevábamos no habíamos comido nada: 6 sopas Mari-Chú (Maruchan), una caja
de sopa de macarrones, 5 latas de atún, un paquete de galletas, 6 sobres de
Clight, un galón de agua y una lata de frijoles totalmente intactos... así que
la mayor parte de la comida fue sólo a pasear. Junto al carro había un montón
de piedras, agarramos 3 de buen tamaño y prendimos una las latas de alcohol sólido,
echamos agua en la cacerola y la tapamos con la sartén para que hirviera más rápido,
pero en lo que eso pasaba pedimos en la tienda un cuchillo para abrir los atunes
y compramos 2 vasos. Devoramos el atún con galletas Ritz como si fuéramos niños
de hospicio. Estuvimos ahí como una hora, y todos los mocosos que jugaban en la
maquinita de la tienda se nos quedaban viendo con cara de “¿Y estos weyes qué
tranza?”. Al agua que sobró le echamos 2 Clights de
fresa... casi nos acabamos el galón. El chamaco se echó 2 Maruchanas y
yo otra... fue la sopita Mari-Chú más rica de mi puerca vida, hasta al Chamaco
le supieron a gloria. Empacamos nuestro tiradero y seguimos para Pachus.
Pasando
Huachiland todo estuvo del asco: niebla densa (y apenas eran las 4:30), camino
mojado y traileros lentos cuya única diversión es irse lo más lento posible
para joder a los que vamos atrás y con prisa... pero estábamos tan pobres que
irnos por la de cuota hubiera sido tener que empeñar hasta los calzoncillos
sucios del día anterior.
Total,
llegamos a Pachus a las 8, pero al Chamaco le hablo su mamá al celular cuando
veníamos por Tulancingo y lo regañó por dizque salir muy tarde. Me dejó en
la central de Pachus y el baño de a gratis no servía, así que tuve que pagar
$2 sólo por pasar a “mi arbolito” (entiéndase, a orinar) ¬¬
Compré
el boleto para legar a mi rancho, el camión se vino bastante rápido y llegué
a la casa a las 9 a acomodar mis tiliches.
Lo más curioso de todo el asunto es que íbamos a Tecolutla para nadar en el mar, e hicimos de todo, excepto nadar... y sin embargo ¡han sido las mejores vacaciones de nuestras miserables vidas!
Y
esa es toda la historia...
Aunque
aún nos queda una gran interrogante: ¿por qué razón después de tratar de
zafarse decidieron irse con nosotros, sobre todo si no les insinuamos nada sino
que fueron ellas quienes nos dijeron que querían ir con nosotros a Tecolutla?
Ya
hemos indagado bastante en ello y creemos que fue por lo mismo que no las
hostigamos, igual y dijeron “estos ni muerden” xDDDDDDD
Guapos
no somos, tampoco billetudos, y el carro no es de lujo... así que o les
agradamos, o no les quedó de otra o simplemente fue un milagro divino... y
ahora que lo pienso, ¡Dios sí existe!, y lo digo por las siguientes razones:
1.-
Impidió que hiciéramos ese viaje en Noviembre
2.-
Nos quitó de encima a todos los demás que hubieran podido venir
3.-
Nos mandó nubes y frío el sábado, de lo contrario hubiéramos ido a Tajín
hasta el domingo.
4.-
Nos llevó a esas 3 preciosuras hasta ahí
El
Chamaco ya reveló las fotos (salí del asco... definitivamente la cámara me
odia), saqué una ampliación y está en la pared de mi cuarto... lo malo es que
hasta hoy no han escrito, pero al parecer le tienen algo de miedo a las compus
porque nos dijeron que casi no les gustan.
Comentarios de la raza:
Enedelia:
Tal vez entraron en confianza por lo mismo de que no las hostigaron.
Daisuke:
Perros suertudos.
El
Rocketloba: Se las hubieran tirado.
Cati:
Pero no pasó nada...
Rykku:
Seguro pensaban que las querían violar y luego vieron que eran inofensivos.
Kiru:
Infeliz garañón. Jijos de la chingada, suertudos.
Heber:
Dios
los recompensó con esas mujeres debido a que yo, Miguela y Jorge no fuimos, ya
que si hubiéramos ido hubieran sido más de 3 mujeres... y mucho mejores.
Mariano:
La cagaron por no subir con la botella de Tequila.
El
Will-a: Hubieran invitado, putos.
di José Alberto García Espinosa uomoragnomx@yahoo.com.mx
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